Los sueños casi siempre alimentan, pero a veces también pueden debilitar.
Son esos sueños los que atacan, que quieren hacer desesperar. Quieren que no vivas el presente y que más bien los quieras ir a buscar. Que no aceptes tu realidad, y llores por no estar en ese lugar donde hoy quisieras estar.
Los sueños son engañosos, te seducen, te traen magia, pero también, no te dejan disfrutar de todo lo que trae el AQUÍ Y EL AHORA.
No quiero seguir sueños rotos, sueños que no son para hoy.
Quiero ser paciente y esperar.
Alma mía, espera en Jehova, sí, espera en ÉL.
Él cumplirá su propósito en mí. Sus planes son de bien.
Rosalba Wong P.
A Corazón Abierto.